Intentando instalarme en Afania, sin los papeles en regla y
con el peligro constante de que me expulsen por mi falta de colaboración con
las autoridades, me dispongo a exponer mi experiencia en este “país”.
Buscando un lugar en el que acomodarme vine a dar con una
comunidad
que quiere aprender a gestionar los centros educativos con las herramientas
tecnológicas que tienen en este extraño país.
Los ciudadanos de Afania han sido muy amables y en todo momento he recibido ayuda
para gestionar mi estancia. En mi comunidad hay 37 miembros y como las
autoridades me han pedido que presente tres credenciales voy a utilizar a los
miembros de mi comunidad con los que últimamente he tenido un mayor contacto.
Siento dejar fuera a
Fernando Checa, que
fue quién me abrió por primera vez la puerta de su comunidad, pero en el
impreso sólo hay sitio para tres personas de confianza.
El trabajo de esta comunidad está dedicado a estudiar cómo
gestionar los centros educativos mediante el uso de las TAC, y de nuevo me
piden referentes para poder poner en orden mi situación administrativa en
Afania.
Siendo de naturaleza vaga, y con el vicio de navegar en la
red con rumbo incierto, me ha sido difícil encontrar “fuentes de información
relevantes” sobre el tema, así que tiré de mi comunidad a ver qué sabían ell@s
sobre el tema. Es aquí donde he encontrado los mejores referentes.
La comunidad está atareada estos días intentando centrar los
temas que se deben debatir y buscando una metodología apropiada. Precisamente,
reflexionando sobre estas cuestiones han incorporado como documentos previos al
debate una serie de documentos que me han parecido aclaratorios.
Manuel Carro
ha presentado el documento “
Cambios
en los centros docentes”. Y en una línea similar
Matilde Moreno
ha generado un texto que nos sitúa ante el reto al que se enfrenta la comunidad:
“
AFANIA y la gestión de centros docentes”.
Por último, un texto menos personal pero que puede ser interesante para
hacernos una idea de los retos que tendría afrontar la comunidad, en su idea de
extender la revolución tecno-educativa más allá de sus fronteras lo encontramos
en el documento de
D. Ángel G. Menéndez
Pérez. Director de Equipamientos, Logística y Tecnología. Ente Público
Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE Andalucía). Consejería
de Educación. Junta de Andalucía, en los seminarios organizados por SOCINFO “TIC
en educación, Gestión de centros no universitarios” (VII. 2012) “
La
experiencia andaluza”
De lo leído hasta ahora, lo único que me ha quedado claro es
que en la gestión de los centros debemos distinguir, entre otros apartados, lo
que es la propia gestión administrativa de los centros, de la gestión del
conocimiento que generen los centros.
En el primer caso habría que tener en cuenta de qué manera
el usos de las tecnologías de la información pueden ayudar a agilizar los
procesos que permiten una mejor comunicación entre los miembros de la comunidad
educativa. Creo que la utilización de este tipo de tecnologías puede contribuir
a una mejora de la productividad, a facilitar el acceso de las familias a la
vida académica y burocrática del centro, y a aumentar la democracia interna en
los centros facilitando el acceso a la información y a la toma de decisiones.
Sobre el segundo aspecto, no me cabe la menor duda de que
las herramientas con las que estamos trabajando pueden conseguir un mayor nivel
de implicación de los alumnos/as sus estudios, mejorar la creatividad de sus
trabajos, y a la toma de conciencia del valor del trabajo en grupo y la cooperación.
No caeré en el mismo error de aquellos inocentes ilustrados
del XVIII que confiaron el bienestar de la humanidad al desarrollo tecnológico
y a que los ciudadanos se subscribieran a la Enciclopedia. Pese a las bondades
que aparentemente nos ofrece el uso de estas tecnologías, los problemas que su
implementación suponen son muchos. De un lado, parafraseando a Marx, podemos
decir aquello de que “todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en
santa cruzada contra ellas”. Ni el sistema educativo, ni la inmensa mayoría de
docentes, ni por supuesto los grandes lobbies editoriales están interesados en
su desarrollo. De otro, corremos el riesgo de aumentar la brecha tecnológica
entre alumnos/as y familias con fácil acceso a la tecnología y aquellos a los
que precisamente la brecha tecnológica pueda jugarles una mala pasada.
Llegados a este punto sólo puedo aportar mi breve
experiencia en el intento de implementar en mi centro un sistema de gestión que
facilite el flujo de información de los tutores/as con su equipo educativo.
En mi centro (IES Mediterráneo. Salobreña-Granada) hace ya
un par de años se nos ocurrió la idea de utilizar la herramienta que
proporciona Google Drive para generar formularios y aplicarlos en la acción
tutorial.
La recogida de información de un alumno y la preparación de
las sesiones de evaluación se agilizan con la ayuda de estos formularios. El
proceso es muy simple. Cada tutor/a genera un formulario con Google Drive en el
que se recogen aquellos aspectos sobre los que necesite información. Mediante
un email el formulario llega a los miembros del equipo educativo que
simplemente tienen que rellenarlo. Toda la información llega a una tabla tipo Excel
con la que el tutor/a genera un informe. Ese informe puede ser de recogida de
información sobre la marcha académica de un alumno/a para pasársela a la
familia, o sobre la marcha de un curso de cara a preparar las sesiones de
evaluación.
Hasta ahora el resultado está siendo relativamente positivo.
Los profesores/as han dejado de ir por los pasillos buscando a los
compañeros/as para pedir información más o menos improvisada sobre un alumno/a,
y a las sesiones de evaluación los tutores/as llegan con el informe académico
del curso prácticamente finalizado, con lo que se gana mucho tiempo para la
evaluación individualizada de los alumnos/as.
Os dejo un ejemplo de un modelo de formulario preparado para recoger información de la marcha académica de un alumno. Con esta información se genera el informe que se envía a las familias.
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